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Antibióticos-odontología

El papel subsidiario de los antibióticos en la odontología

Curiosidades, General, Salud Bucodental
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clínica-dentalHoy le traemos información sobre un tema que, pese a su relevancia, es ignorado por gran parte de los pacientes de las clínicas de odontología. Se trata del uso de los antibióticos en las intervenciones relacionadas con la salud bucodental. Le contaremos someramente la historia de su uso en la odontología, así como algunos de los más destacados.

 

La tecnología dental ha logrado avances reseñables, en los últimos años, como los relativos a la odontología digital. Sin embargo, el uso de antibióticos, el cual se introdujo en la medicina general a principios del siglo XX, sigue sin jugar un papel preponderante.

 

La mayoría de terapias periodontales tiene un efecto meramente local y limitaciones para acceder a áreas profundas. Los antibióticos, pese al cuestionamiento de su eficacia, se aplican en casos de periodontitis. Generalmente como prevención, a modo de profilaxis, de las endocarditis infecciosas y bacteriemias. No obstante, algunos especialistas recomiendan evitar la sobreexposición del paciente a los antibióticos y optan por el empleo de antisépticos orales.

 

 

Por otro lado, queremos destacar algunos de los antibióticos más comunes en los tratamientos odontológicos, los cuales pueden ser sintetizados en un laboratorio dental:

 

pills-salud-bucodental- La amoxicilina. Provoca la lisis en las bacterias, por lo que es muy utilizada en el tratamiento de las infecciones ocasionadas por enterobacterias. Realiza sus procesos en la pared celular en crecimiento.

 

- El metronidazol. Se trata de una molécula de síntesis química y que también tiene efectos bactericidas. En especial, contra los microorganismos microaerofílicos y anaerobios. Se suele combinar con otros antibióticos. Por ejemplo, se ha comprobado que, junto a la amoxicilina, contribuye a paliar la periodontitis agresiva.

 

- Lincosamidas. Engloba a las moléculas antimicrobianas lincomicina y clindamicina. La segunda es más potente y resulta efectiva en los tejidos inflamados.

 

En resumen, el uso de antibióticos se revela como subsidiario en la odontología, debido a la dificultad de establecer pautas de administración regulares.

 

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